Hay cierta opinión generalizada en el mundo “cristiano” contra la religión
islámica que no sólo está basada en el desconocimiento, también en la falta de
autocrítica. Contra las impresiones gratuitas nada mejor que la información.
La palabra Islam significa entre otras cosas, paz, pureza, sumisión y
obediencia y explican que sólo a través de la sumisión de la voluntad de Dios y
por la obediencia de su Ley podemos alcanzar la verdadera paz y gozar de la
perenne pureza. Es decir, básicamente, lo mismo que las cristianas: No sólo dan
por hecha la existencia de Dios sino que tienen el atrevimiento –para mi
imperdonable- de pretender conocerLe y en su nombre inventar una serie de
normas y preceptos que no sólo son los adecuados, además son los únicos
posibles y por tanto son incompatibles con el resto de religiones que por
supuesto son falsas. Es decir, misma jactancia y misma intolerancia.
La “ventaja” que tiene el Islam es que el libro del que extraen esa “ley de
Dios” a la que hay que someterse no tiene las contradicciones enormes que
tienen los textos judíos y cristianos. Recordemos que la Biblia está compuesta
de un montón de libros –escritos a lo largo de muchos siglos por muy diversos
autores- con un montón de historias –algunas rallantes en la mitología como la
de Jonás viviendo en una ballena o la de Noé recogiendo parejas de todas las
especies animales- y citas que se contradicen en muchas ocasiones –dando a Dios
por ejemplo la categoría de “mata-egipcios” cuando cierra el Mar Rojo sobre
ellos tras abrírselo a Moisés y la categoría de ser misericordioso amante de la
paz cuando de Él habla Jesús- y a lo que hay que sumar problemas de
traducciones, transcripciones e incluso de elección de textos sagrados
designados polémicamente en concilios.
Estos problemas no existen en el Corán ya que –según ellos- es un texto
escrito directamente por Dios revelado a Mahoma que por entonces era
analfabeto.
(por cierto, un inciso, es falso que el Corán prohíba
representar a Mahoma como afirman algunos integristas, es cosa del libro de
Hadis y, de hecho, los chiíes, mayoría en Irán por ejemplo, sí representan en
muchas ocasiones en sus ceremonias al profeta)
Así pues, el único “problema” que hay es la interpretación de esas escrituras
pero para quien tiene fe, el Corán es una obra indiscutible. Por supuesto, yo
lo que creo es que Mahoma fue alguien muy inteligente que creó una religión a
medida de sí mismo y probablemente con buena voluntad, creyendo que con los
preceptos del Corán conseguiría algo bueno. Eso explica que recomiende a la
mujer no mostrarse: en una tierra de amplios desiertos y oasis puntuales donde
los hombres pasaban semanas sin tener sexo y era muy difícil frenar sus
instintos por lo que debió considerar que lo mejor era reducir las tentaciones por
bien de ellas. También se explica -en un clima tan seco- que no se coma cerdo,
fácilmente corruptible sin refrigeración o que a un hombre se le permita
casarse sólo con las mujeres que pueda sostener económicamente.
Es, en general, una religión bastante práctica y bien pensada, que toma los
textos sagrados judíos y cristianos como reflejo de historias de profetas que
anunciaban la llegada del profeta Mahoma, quizás en un intento integrador que
hubiera podido haber cuajado. Incluso se habla de ángeles. El Islam no es ni
mejor ni peor que otra religión, incluso en algunas facetas (como en la
aceptación del divorcio) se nota que es cronológicamente más moderna. El
problema no es la religión islámica, el problema es la sociedad atrasada en la
que viven la mayor parte de los practicantes de esa religión. Normas absurdas
existen en todas las religiones, y la católica no las ha cambiado, simplemente
en esta sociedad cada día se ignoran más incluso entre los que se consideran
católicos.
Mientras en algunos países islámicos, debido al bajo nivel cultural, sí se
tienen en cuenta en muchas ocasiones ciertas costumbres atávicas (también
depende, muchos marroquíes beben vino y comen jamón y muchas marroquíes visten
a “la occidental” y sin embargo en Irán una mujer con velo puede ser multada
por movimientos obscenos si corre por la calle para no perder el autobús lo
cual demuestra que no es una cuestión de religión sino de sociedad) aquí no,
pero la intolerancia de ambas religiones es similar. La Inquisición no fue algo
abolido por la Iglesia sino por el poder civil y lo poco que ha progresado la
Iglesia ha sido por la evolución de una sociedad cada vez más cultivada y no
por sí misma.
Es muy fácil criticar lo que no se conoce y hacer comentarios de todo tipo
cuando se ven las masas de musulmanes en la Meca “como borregos” pero, ¿acaso
no hacen lo mismo muchos cuando sale la virgen en procesión en muchos pueblos?,
¿es acaso menos raro arrodillarse, levantarse y ponerse de pie en misa que
tumbarse con los brazos extendidos?, ¿es acaso menos primitivo creer que
llevando una imagen de San Cristóbal en el coche no vas a tener un accidente
que creer que Dios se enfadará si comes cerdo? Mucha autocrítica es necesaria
en el mundo católico y mucha cultura en la mayoría de los países de mayoría
musulmana.
Puede que sea cierto el aserto que dice “el mundo sería mejor si las
personas fueran realmente practicantes de su religión” ya que es muy posible
que los fundamentos de todas sean bienintencionados, es posible aunque yo creo
que la bondad debe ser natural y no condicionada a la promesa de un paraíso,
pero lo que es evidente es que si por la Religión fuera, las sociedades no
evolucionarían nada. Y el Islam es la prueba: donde poder político y poder
religioso se confunden, el atraso es más evidente.